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viernes, 31 de marzo de 2017

El día de la marmota



Ayer mantuve una de esas conversaciones con supuestos “especialistas educativos y de salud” que, tras dieciocho años escuchando lo mismo:  “que en España no se atienden a las altas capacidades intelectuales, que si no se identifica, que aún cuando se identifica no se atiende, que medidas educativas que deberían ser ordinarias y habituales en estos niños, son segregacionistas, que si los mitos y estereotipos, …” agotaron mi paciencia, ya de por sí escasa tras tantos años de lucha.



Para despejarme un poco abrí el Facebook y me volví a encontrar el mismo tipo de noticias en prensa, con las mismas palabras más o menos y las mismas quejas de los padres, los mismos argumentos, los de los “pseudo-optimistas” y “buen-rollistas” y los de los “desesperados” - desesperados pero que no han presentado en su vida ni una sola reclamación formal-;  los de los que sí han hecho algo, pero que no han llegado ni a Fiscalía ni a los Tribunales de Justicia; los de la queja del FB y de la barra del bar, …. 

Supongo que ello se debe a que el tiempo escolar es finito, llega o llegará un día en que todo termine y pasemos a otra cosa mariposa, esto es, que antes o después, nuestros hijos saldrán del sistema educativo, o puede que esperemos inactivamente y sin base alguna, ni teórica ni práctica, a que el tiempo ponga todo en su lugar y “veamos pasar la cabeza de nuestros enemigos” como en las Escrituras.



Y será la primavera, que la sangre altera, o un “flashback” temporal o un principio de depresión estacional, pero me vi envuelta en un bucle imposible, tal como sucedía en la película del “Día de la Marmota”.



Mis queridos padres con hijos menores en el sistema educativo español, tened claras varias cuestiones:



·         La Administración Educativa no va a cambiar, no quiere cambiar, no le interesa cambiar, los funcionarios (salvo honrosas excepciones) están muy a gusto como están, defendiendo sus puestos de trabajo y justificando su falta de interés, desgana o apatía en los recortes, el salario insuficiente, el personal insuficiente, la falta de medios, …, los padres maleducados, protestones o sabihondos, …, “EL SISTEMA” –ese ente que sobrevuela nuestras acciones e intenciones cual ojo de gran hermano impidiéndonos actuar- … pero no utilizarán jamás la vía de la queja oficial, ni se prestarán a denunciar ante los organismos correspondientes la mala praxis de algunos o muchos, sino que defenderán a capa y espada a sus compañeros haciendo frente común frente al enemigo:   los padres y los alumnos; aún cuando se quejen en los pasillos o en la cafetería, haciendo así alarde de su “ombliguismo”.

-       Aquellos que innovan, se preocupan o están tratando de "crear sistemas nuevos" son como las meigas "haberlas haylas", pero sus aislados ejemplos no acaban de calar en la población ni en la Administración.  Son como aves exóticas que brillan fugaces en las noticias y que contemplamos como el viaje a las Maldivas que todos querríamos hacer alguna vez en la vida.



·         A los políticos españoles les importa un carajo la educación, les importan los votos, el poder, el enriquecimiento propio y de su entorno, salir en las noticias y tener su minuto de gloria,… por eso las comisiones de educación y mesas de educación rara vez llaman a especialistas y técnicos en la materia, llaman a “sus amigos”, muchos de los cuales no han pisado un aula ni se han reunido con las familias afectadas en su vida, y que suelen ser “teóricos de la educación”, -me  recuerdan mucho a los generales de salón-,  algunos de los cuales al participar en una “mesa o comisión sobre educación” tienen algo así como una “revelación” en forma de moda pedagógica que han leído en alguna revista norteamericana o por las redes sociales, que cual pastiche tratan de meter en la nueva normativa que salga, con los que sus pequeños y ridículos egos, quedan satisfechos y felices.  No teneis más que ver el repertorio de leyes educativos que llevamos en esta democracia, que son mas "leyes manifiesto" que normas ejecutivas, o los recortes económicos en materia educativa, o los gastos estúpidos de algunas comunidades, ...



·         Las familias, por regla general, se quejan mucho y actúan poco.  O actúan sin seso, como un pollo sin cabeza, por no dejarse asesorar (por no querer gastarse los cuartos acudiendo a un abogado que les asesore, hablando en plata -supuestamente cobramos muchísimo y deben desconocer que la Justicia Gratuita existe-).  Estamos tan acostumbrados a que “Papá Estado” nos saque las castañas del fuego, que nos creemos depositarios de una especie de derecho divino a que nos atiendan bien, léase, “como nosotros queremos” y no como el Estado pueda o deba, y, sobre todo, GRATIS.  Esto habría que ponerlo en enormes  letras de neón encendidas con miles de brillantes vatios.



Pues bien, siento decirles a todos que las cosas no se van a arreglar si nadie se remanga para hacerlo y esto va por cada uno de nosotros-ustedes.



Si ya sé que psicólogos sociales como Darley y Datané, tras el famoso caso de Kitty Genovese en 1964 (una mujer brutalmente asesinada en presencia de 38 testigos de los que ninguno llamó a la policía, salvo uno, cuando ya estaba muerta –y ninguno era un psicópata-), describieron el “efecto del espectador” que se puede definir como que “cuanto mayor sea el número de espectadores, menor será la probabilidad de que cualquiera de ellos preste ayuda a la persona necesitada”, pero soy una optimista empedernida o una soñadora, así que ahí va mi perorata de hoy:



·         Las Asociaciones de familias no están ahí únicamente para organizar actividades más o menos chulas para los niños o para disponer de una terapia de padres del tipo “vamos a quejarnos al bar” o en las redes sociales.  Las Asociaciones tienen sentido únicamente si reivindican de las Administraciones públicas el cumplimientos de la legalidad o si plantean actuaciones legislativas o si denuncian ante los organismos correspondientes la inactividad o inadecuada actuación de la Administración Educativa y de sus miembros, -con nombres y apellidos, de los denunciantes y de los denunciados-.  Y si, siempre, la unión hace la fuerza.



·         Las Plataformas sin personalidad jurídica (o grupos de FB, instagram, whatsapp, ...-que nadie se vaya a sentir directamente aludido-) son como los cafés o las tertulias, algunos miembros informan o comparten experiencias y los demás se quejan, pero ninguno actúa, o actúan cuatro y doscientos miran, en una actuación más publicitaria que efectiva, se queman y dejan de actuar. Pero en este mundo virtual de redes sociales tienen la función del pañuelo de lágrimas o de la autocomplacencia del "mal de muchos consuelo de tontos".



Llamadme radical si queréis, pero os habla la voz de la experiencia, -por lo menos en el ámbito de las aacc-, desde que los padres reivindicativos nos hemos apartado de las Asociaciones, los pocos avances conseguidos a nivel Administración y normativo están retrocediendo, lo vais a comprobar en vuestros hijos.



·         Las Universidades no están ahí solo para captar alumnos y vender títulos, o no deberían estar ahí para eso, están para defender la transmisión del conocimiento y la evolución de este conocimiento, por lo que si sus expertos consideran que los planes de estudios de grados como los de Magisterio, Pedagogía, … están obsoletos o desfasados, deberán proponer los cambios en las instancias oportunas y no acomodarse en sus poltronas quejándose de lo mal que están las cosas, vs. políticos, recortes, estudiantes, pas, ….  Lo que también afecta a los  estudiantes y las asociaciones de profesionales en la materia.



Estamos en lo mismo, los que se presentan a las elecciones a Rector, inocentemente ilusionados por llevar a cabo “progresos”, se enfrentan a una enorme tarea política y burocrática, destinada principalmente a no dejarles hacer ningún cambio;  tampoco es que se dejen asesorar mucho por expertos ya que el compadreo también abunda, pero es la larga mano de los burócratas y políticos, que quieren ver traducido a ingresos y gastos cualquier actuación del “saber”, así como paralizar cualquier actuación que suponga un esfuerzo, un trabajo consensuado y lógico, la que actúa de muro,… lo que se ve favorecido por la propia inactividad e implicación de los afectados, tanto profesores como alumnos.



·         Los políticos deberían estar ahí para representarnos y deberían tener una vocación de servicio público y no ser una carrera profesional para la que no se requiere formación profesional o capacitación alguna.  ¿Qué deciros?  Podéis ver cualquier telediario y sacar conclusiones.  Y eso, … sigamos votando para que nada cambie y no nos impliquemos... "que sean otros los que llamen a la policía".



En conclusión:  el movimiento se produce andando.  Solo si cada uno adquiere consigo mismo el compromiso de hacer, -y se pueden y se deben hacer muchas cosas-, se producirán cambios.  Si no, seguiremos siendo espectadores perdidos en el bucle temporal del Día de la Marmota.



Que paséis un buen día.